Autor | José Javier Quintana
Un error estratégico es aquel que afecta de manera relevante a la estrategia competitiva, es decir a cómo le damos sentido a nuestro desempeño profesional, y por lo tanto a “qué hacemos y cómo lo hacemos” en nuestra práctica profesional. Dicho así, tiene pinta de ser algo importante. Creedme, lo es. Si quieres conocer al menos doce errores, sigue leyendo este post.
Hace ya tiempo que tratamos en el post Los 7 pecados capitales de un arquitecto sobre esas cosas que nos faltan, hoy me centraré en los errores que afectan de manera crucial a la estrategia del arquitecto. Allí van doce, a quemarropa.
- No comprender la esencia de la competitividad: diferenciación y posicionamiento
- No segmentar a sus clientes ni entender su target
- No generar redes relacionales potentes
- No comunicar con eficacia: difundir y promocionar su actividad
- No invertir en vender
- No entender cómo se consigue el crecimiento y que requiere inversión. No arriesgar y por lo tanto no emprender
- No explotar el mundo virtual
- No autogestionarse correctamente, no ser organizado e irse por las ramas. No aprovechar bien el tiempo. No dedicar a cada problema la energía justa
- No controlar sus finanzas
- No estar orientado al mercado
- No estar orientado a resultados
- No generar organizaciones colectivas influyentes, eficaces y adecuadas a la sociedad
Al leer esto, unos se sentirán identificados con alguno de los errores citados, otros más sinceros con muchos. No es una cuestión de autohumillación, es una cuestión de realismo. No solucionamos nuestros problemas mirando hacia otro lado, al estilo de lo que hacia el gallo de la granja, como nos contaba German en “Se buscan soluciones para un gallinero”. Ser realista es el primer e ineludible paso para solucionar los problemas.
Sé que estas cosas no gustan que te las digan, se que a nadie le gustan las malas noticias o tomar conciencia de que hay que cambiar o adaptarse. Se que es mucho más cómodo que os digan que todos vuestros problemas se arreglan con medicinas de efecto placebo. Y lo que es peor, que hay mucho fabricante de aspirinas queriendo curar los males de la arquitectura española.
Cada uno debe tomar sus propias decisiones y ser responsable de sus consecuencias. Termino dejando una perla para vuestra reflexión, una frase que a mi me sirve mucho “Los tontos y los listos siempre hacen lo mismo, con una pequeña diferencia, los tontos lo hacen más tarde.”
2 comentarios
Al leer la totalidad de los puntos, queda el sabor de que se está definiendo lo que en el resto de los sectores económicos es pura y simplemente… Una Empresa.
Creo que lo que nos pasa es que nunca hemos tenido conciencia empresarial, ni la hemos querido tener.
Nos veiamos suficientes en nuestra onírica nube de artistas.
Lo de las empresas,los objetivos, las estrategias , etc…nunca iba con nosotros.
Fuimos otra cosa, y digo fuimos porque ese modelo desgraciadamente ya no sirve. Desapareció.
MUY BUENO! así en mayúsculas