bsA [ Rethinking Architecture ]

Autor | José Javier Quintana

Parece un término sencillo de explicar. Parece incluso un término sencillo de entender. La realidad que me encuentro cuando lo explico es que quienes me escuchan dicen que lo entienden o eso parece, pero el resultado es que son muy pocos quienes comprenden la profundidad del término, su significado real y su importancia. Sobre estrategia versa el libro [Rethinking Architecture] y podría volver a referirme al libro, pero voy a intentar realizar el ejercicio de explicarlo ilustrándolo con una historia de cuando estudiaba la carrera, a ver si así por fin tengo más suerte.

D.Javier Carvajal Ferrer. Arquitecto.

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Recuerdo aquellas clases de proyectos del profesor D. Javier Carvajal Ferrer, a quien merecidamente se le ha concedido la Medalla de Oro de la Arquitectura 2012, aquellas clases en las que había que salir a la pizarra con más que un par a contarle a Don Javier, a sus ayudantes y a la clase, tu proyecto. El resultado habitual de la crítica era el desguace intelectual de la propuesta, a veces con dureza y alguna vez incluso con una dureza extrema. Las críticas de las primeras semanas eran las más comprometidas, ahí te jugabas la nota ya que era cuando se testaba la IDEA DEL PROYECTO.

Los proyectos, según nos enseñaba Don Javier, debían solucionar una serie de condicionantes y para ello, debían estar regidos por una idea que fuera capaz de aportar claridad y de dar sentido a la solución propuesta. La idea daba una respuesta al programa, al entorno, a la estructura, etc. Era un criterio que obligaba a hacer una elección y a diferenciar lo importante de lo menos importante. La idea aportaba poesía, orden y claridad al proyecto.

La táctica de los que tenían éxito era conseguir tener una idea que fuera DIFERENTE y que tuviera la suficiente potencia intelectual como para que los profesores se lo COMPRARAN. Esta era la clave, dar con algo suficientemente bueno.

Pues bien, esa IDEA de la que hablamos sería el “concepto arquitectónico” análogo para el “concepto empresarial” de estrategia.

Hemos hablado varias veces de diferenciación, de ser elegido, de valor y del deseo de compra de los clientes. Una vez comprendidas las realidades de la empresa y del mercado, el objetivo de una estrategia es entregar valor de una maneja diferente y única a un determinado grupo de clientes de manera que estén dispuestos a pagar por ello. Es conseguir que ese grupo de clientes sepa que es tu propuesta y no otra la que deben elegir.

La estrategia es el cómo se articulan las actividades que realiza un arquitecto, (dirección, administración y finanzas, estrategia, operaciones, marketing y ventas, RRHH, TIC´S, etc) para que cumpla con el objetivo fijado. Es aquello que da sentido a todo lo demás.

El arquitecto hasta la fecha y salvo honrosas excepciones, se ha manejado con una estrategia de arquitectura de autor, que ha conllevado un modelo de negocio claro y establecido. Esta estrategia es perfectible y debe adaptarse a los cambios que genera el paso del tiempo. Pero es un modelo claro e identificable.

Esto vale para ser como Alberto Campo Baeza o Francisco Mangado, en mi opinión las dos mejores estrategias de arquitecto de autor en la arquitectura española. ¿Pero es esta la estrategia que deben seguir el resto de los arquitectos? ¿Es la única estrategia posible?

Por qué no nos aventuramos a innovar en estrategia y modelos de negocio, un mundo donde en materia de servicios profesionales de arquitectura está prácticamente todo por inventar, todo por hacer.

D. Javier Carvajal nos decía que “había que tener espíritu de proa de buque rompehielos”, y mira por donde y mira para qué la frase sigue siendo potente y sugerente.

Gracias por esto, gracias por todo, Don Javier.

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