bsA [ Rethinking Architecture ]

Christian Montenegro: Un Artista del Trapecio

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Autor | José Javier Quintana.

Los arquitectos fieles hasta la muerte al espíritu heroico que nos fue grabado de forma indeleble en nuestros cerebros durante la carrera, solemos acometer el ejercicio profesional sin red, a la heroica. ¿Para qué nos vamos a preocupar de pensar en cómo desempeñamos nuestro negocio? ¿Qué más da si no desarrollamos todas las actividades necesarias? Subidos a nuestra atalaya, cultivando nuestro espíritu anacoreta, siendo potenciales salvadores del mundo, así acometemos el ejercicio profesional, sin red.

Comprender que la práctica profesional es un negocio supone para los arquitectos la posibilidad de trabajar con red y entender cuáles son los conceptos claves es fundamental. Hoy vamos a hablar de uno de ellos, de vital importancia, las redes relacionales necesarias para el arquitecto.

Pero, ¿qué es una red relacional?

Una red relacional es un conjunto de personas/empresas con las cuáles se cultivan relaciones que pueden ayudar a alcanzar metas profesionales/empresariales. Es una herramienta básica para el éxito profesional/empresarial que adquiere su plena eficiencia cuando está al servicio de una estrategia competitiva construida y llevado a la práctica racional y activamente.

Estas redes siempre han sido de crucial importancia y han adquirido una enorme complejidad debido a la irrupción del mundo virtual en nuestras vidas. El mundo virtual genera grandes oportunidades para la construcción de redes relacionales, amplificando nuestro alcance y nuestra potencia de fuego.

¿Por qué es importante?

Los humanos, somos como somos, y tenemos la costumbre de hacer negocios con quien conocemos o con quien conoce alguien que conocemos en quien tenemos confianza. Y es aquí donde radica la importancia de la cuestión, cuando hablamos de contratar servicios profesionales, de contratar a alguien de confianza.

La amplitud, calidad y solidez de nuestra red de relaciones nos convierte en profesionales/empresas más contratables. “Nadie contrata a quien no conoce”. Esta es para mi una frase que define perfectamente la necesidad para un arquitecto de ser conocido y para ello tiene que tener una red relacional.

El proceso para que te contraten, pasa por [1] que sepan que existes, [2] valoren positivamente lo que haces o cómo eres -persona en quien se puede confiar- y [3] tomen la decisión de contratarte. No nos podemos saltar ningún paso

¿Cómo se diseña una red eficaz?

Evidentemente y como en todo, hay mucho escrito sobre este asunto. Afortunadamente disponemos de teoría al respecto. A grandes rasgos, podríamos decir que una red debe constar de contactos de primer orden, donde hablamos de contactos directos y continuados y de segundo orden, donde contemplamos contactos secundarios o terciarios, de carácter mas eventual. Los contactos son personas y personas jurídicas y nuestra red debe incluir a todos nuestros stakeholders, clientes, proveedores, administraciones, etc.

Una vez que tenemos claro en qué consiste una red de contactos, vamos a llamarla así, fácilmente nos damos cuenta que la red de relaciones de una organización es la que construye como organización más la suma de las redes de cada uno de sus componentes. Cuando hablamos de socios y esto es muy común en los estudios de arquitectura, las redes de los socios conviene que sean complementarias.

Conclusión

Es una labor de fondo, cuesta años conseguir una buena red relacional y cuando se logra se dispone de una herramienta definitiva para la obtención de trabajo. Finalizaremos a modo de conclusión diciendo que la red relacional es crucial para una empresa de servicios profesionales de arquitectura, hasta tal punto que sin ella es muy complicado el ejercicio de la práctica profesional.

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En preparación.

Caso de éxito: BOA ecoarquitectos (2)

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