María nos hizo la siguiente petición en ¿qué es lo que te interesa? “Un consejo para todos esos estudiantes que están ahora mismo en la escuela y/o a punto de salir…”
Iremos más allá de un consejo y intentaremos responder a la siguiente pregunta ¿Qué posibilidades tiene un arquitecto recién terminada la carrera?
La primera pregunta que tiene que hacerse tiene que ver mucho con el título de esta entrada. ¿Ser el arquitecto que me han enseñado a ser o no serlo? La pregunta se las trae, por la complejidad que ahora mismo tiene su respuesta. Me recuerda aquel soneto de Lope.
Un soneto me manda hacer Violante,
que en mi vida me he visto en tal aprieto;
catorce versos dicen que es soneto:
burla burlando van los tres delante.
Intentaré ser lo más claro y ordenado que pueda.
Formación y cambio de paradigma.
La formación que se da a un arquitecto en las escuelas tiene un tremendo problema de enfoque debido a que se centra en la Arquitectura sin tener en cuenta a la sociedad en la que el arquitecto debe trabajar. Con este enfoque y en el mundo hacia el que vamos, los ingenieros terminaran por hacerse con el trabajo que por definición nos pertenece.
Los clientes tienen unas motivaciones para encargar los proyectos. Tres: diseño arquitectónico, comercial (necesidad de una atención como cliente) y de negocio (el inmueble es objeto de venta o explotación). Mientras no seamos capaces de hacer la arquitectura desde el cliente, no seremos competitivos frente a las ingenierias.
La práctica de la arquitectura debe enfrentarse como un negocio y debe estar planificada. Debemos plantear una estrategia correcta y un plan de negocio que guíe nuestro camino por el mercado. Tenemos que saber en qué somos competitivos y dedicarnos a ello, saber quienes son nuestros clientes, a quien le va a interesar lo que hacemos y comunicar con ellos para intentar ser el elegido.
Fotografia del equipo de rugby de la ESTAMPosibilidades dentro de la práctica clásica
Dentro de la práctica clásica se abren tres caminos. El primero es el free-lance: especializado en nichos, ágil, con costes bajos, cercano al cliente. Puedes ser tú ese freelance, puedes colaborar con otros, etc. El segundo la ESPA (empresa de servicios profesionales de arquitectura): con medios tecnológicos y de personas, capaz de hacer proyectos de un tamaño medio-grande con eficiencia. Puedes aprender a ser eficiente (eso no te lo han enseñado en la escuela) y tendrás una retribución digna. También puedes emprender tu propia ESPA ¿por qué no?. Por último, el estudio de arquitectura tipo estrella. Si quieres trabajar en uno de ellos piensa en salarios bajos y muchas horas de trabajo a cambio de aprender del maestro.¿A qué? Existe la opción B, puedes abrir tú ese tipo de estudio, por supuesto.
Me diréis que faltan muchos estudios de arquitectura que vosotros conocéis. Ésos no tienen posibilidades más allá de la de la cartera de clientes que hayan conseguido fidelizar y que poco a poco irán perdiendo. Por ahí no hay futuro.
Posibilidades fuera de la práctica clásica.
Infinitas. Trabajar en otras disciplinas. Mezclarlas. Bordear los límites de la profesión y encontrar espacios de intersección con otras disciplinas. Abordar la resolución de problemas que no son aparentemente de nuestra profesión desde nuestra manera de resolver problemas. Cada vez más se diluyen los bordes de la profesión.
Ámbito de la profesión en el futuro.
Debemos plantearnos el ámbito donde ejercer la práctica con un amplio criterio y sin ponernos límites. Los límites nos los debe poner la competencia, no nosotros.
Local, regional, nacional, internacional o virtual. Debemos tener en cuenta que el mundo es global e híbrido (físico y virtual). En el mundo que viene la tecnología va a tener una enorme importancia. Incluso me atrevo a decir que va a cambiar la forma de entender la práctica de la arquitectura que conocemos. Y el mundo virtual es un espacio lleno de oportunidades para explorar y sacar partido.
Conclusión
Reflexionad sobre cuales son vuestras capacidades y habilidades. Utilizad sobre todo la creatividad y la imaginación. Haber estudiado arquitectura te ha enseñado algunas cosas que otras profesiones no tienen: aprovéchalo. Sueña, no te asustes porque parezca que la situación económica es dificil. Atrévete, fallar es una opción. Si te equivocas aprende del error y empieza de nuevo, pero no te acobardes. El camino se hace andando, no debes temer, si debes intentar preveer los riesgos. Recuerda que los buenos toreros tienen miedo al toro.
Podríamos seguir escribiendo sobre este tema. Nuestra intención es ofrecer nuestra visión de futuro en las Escuelas de Arquitectura. Ahí lo haremos de una manera más ordenada y con un poquito más de tiempo. Espero empezar con la primera en Pamplona y junto con German Cintas poder ir visitando otras escuelas de la geografía española.
Posdata
Tenemos muchas visitas de Latinoamérica y queremos comunicar con nuestros lectores, allende los mares. En México disponéis del libro Ya Soy Arquitecto ¿Ahora qué hago?, de Eduardo Langange y Adrian Mendoza, cuya portada hemos utilizado como imagen. No hemos tenido la oportunidad de leerlo por lo que agradeceríamos comentarios.
Os dejo con Shakespeare.
To be, or not to be, that is the question:
Whether ’tis nobler in the mind to suffer
The slings and arrows of outrageous fortune,
Or to take arms against a sea of troubles,
And by opposing end them. To die, to sleep,
No more; and by a sleep to say we end
The heart-ache, and the thousand natural shocks
That flesh is heir to: ’tis a consummation
Devoutly to be wished. To die, to sleep;
To sleep, perchance to dream – ay, there’s the rub:
For in that sleep of death what dreams may come,
When we have shuffled off this mortal coil,
Must give us pause – there’s the respect
That makes calamity of so long life.
For who would bear the whips and scorns of time,
The oppressor’s wrong, the proud man’s contumely,
The pangs of disprized love, the law’s delay,
The insolence of office, and the spurns
That patient merit of the unworthy takes,
When he himself might his quietus make
With a bare bodkin? Who would fardels bear,
To grunt and sweat under a weary life,
But that the dread of something after death,
The undiscovered country from whose bourn
No traveller returns, puzzles the will,
And makes us rather bear those ills we have
Than fly to others that we know not of?
Thus conscience does make cowards of us all,
And thus the native hue of resolution
Is sicklied o’er with the pale cast of thought,
And enterprises of great pitch and moment,
With this regard their currents turn awry,
And lose the name of action. Soft you now,
The fair Ophelia! Nymph, in thy orisons
Be all my sins remembered
5 comentarios
Os sigo desde hace tiempo. Me encanta vustro blog, es de los más útiles dada mi situación, la misma que la que os hacía la pregunta.
Cuando os podremos ver en Valencia?!
Maria José,
Muchas gracias por tus amables palabras. Si tienes algún asunto sobre el que quieres que tratemos, no tienes más que decirlo.
Valencia, ¿por qué no? Empezaremos con las gestiones. Ahora con el AVE me coge muy cerca. Mucho más que otros sitios.
Salud/os
¡Muchas gracias por la respuesta!
La verdad es que da miedo terminar. Muchas horas de trabajo en ciertas cosas, e inmensas lagunas en otros temas que parecen básicos. Menos mal que si algo se aprende durante la carrera es a valerse por uno mismo y sacarnos las castañas del fuego, porque nadie lo va a hacer por nosotros.
Me parecen muy adecuadas las reflexiones que aqui se señalan, como académico que he sido se ratifican muchos conceptos que a pesar de los alcances tecnológicos y las nuevas tendencias de la Arquitectura, siguen siendo actuales, motivo por el cual hay que insistir en la viculación real entre la academia y el sector productivo, con la firme intención de cooparticipar en el diseño y estructuración de los planes y programas de estudio para evitar lo disfuncional entre lo que se enseña en las escuelas de Arquitectura Públicas y Privadas, Asi como profundizar más en la problemática Economica mundial.
Felicidades por esta iniciativa, y como siempre mi admiración y respeto
Soy arquitecto de título y corazón, e ingeniero de profesión, con dos inconvenientes para la gente que como yo se abre paso por caminos inexplorados para los arquitectos: que tienes que competir en otros campos sin aval que te respalde ni mano ajena que te ayude, ya que un título en arquitectura no sirve para nada si lo que vas a ser es otra cosa.
El otro inconveniente, que como la esperanza de trabajar en lo que amo, es lo último que quiero perder, he de tener en cuenta para ese fin que todo el recorrido luchado en otros frentes me servirán de poco como aval profesional para presentar mi candidatura ante una empresa de arquitectura (y digo bien lo de empresa porque es a lo que deben evolucionar los arquitectos), ya que no habré coleccionado ni un minuto de vuelo como arquitecto, si como el resto de profesiones.
Lo mires por donde lo mires, es negativo, si no fuera porque llevo varios años sin que me falte un sueldo fijo al mes que me permite escribiros esto ahora. Lucho conmigo cada día para olvidarme un poquito de lo que soy, y así poder vivir, aunque sea la vida de otro.
Un Trackback
[...] [...]