Continuamos con nuestra serie sobre la LSP. Antes de nada queremos recomendar a todos aquellos que no quieran estudiar arquitectura durante siete años, al menos, y quieran dedicarse al noble arte del macize edificatorio, este maravilloso juego indicado para niños de 4 a 8 años, con el que podrán sentirse como el mismisimo JǾrn Utzon con poquísimo esfuerzo.
Antes de contaros la historia siguiente me he documentado con rigor y, lógicamente, he establecido consultas con amigos muy expertos en lo que vamos a tratar.
Lo único que conozco es un documento de veintiún páginas en formato tipo Pwpt que podríamos definir como un “compendio de ideas” o “unas propuestas sobre un Anteproyecto de Ley”. Es importante que fijemos la primera definición: No es un Anteproyecto de Ley.
Un Anteproyecto de Ley es un texto que obligatoriamente tiene una estructura formal que, en absoluto, la tiene el documento Pwpt al que he tenido acceso. Para que me entendáis fácil, no tiene, tan siquiera, unas disposiciones articuladas, una introducción justificativa previa. No tiene ni firma. Así que, repito, no es un Anteproyecto de Ley. Aunque por eso no le quito la importancia que tiene. Pero tiene la que tiene.
Bajo mi punto de vista, es una suma de opiniones, plasmadas en un escrito, que nacen de un Ministerio y que se circulan entre el resto de Ministerios para tener o tantear sus opiniones y criterios al respecto. Estamos exactamente en ese momento. Conocemos, dentro de esas consultas, las razones de la Dirección General de Arquitectura que depende del Ministerio de Fomento. Yo al menos, no conozco más.
Una vez que el Ministerio promotor dispone de las razones del resto de colegas redacta un ANTEPROYECTO DE LEY como debe ser, con su introducción, su texto articulado, etc… y lo lleva a Consejo de Ministros-CdM-, previa reunión anterior de Secretarios y Subsecretarios de Estado que liman, cambian, ponen objeciones o no, etc…No estoy seguro por el momento, si en el intermedio existe la obligatoriedad legal de hacer las consultas pertinentes, antes del CdM, a todos las Instituciones y Organismos afectados, entre ellos los Colegios Profesionales, Comunidades Autónomas, etc…, a muchos interesados, pero seguiré cabezonamente con mis investigaciones. Una vez aprobado el Anteproyecto por el CdM se convierte en PROYECTO DE LEY, muy importante NO EN LEY y comienza de nuevo su tramitación como PROYECTO DE LEY.
Si me permitís, con perdón, la comparación es algo así como nuestras propias tramitaciones de un Proyecto de Arquitectura: Conversaciones Previas, Anteproyecto, Proyecto Básico, Proyecto de Ejecución y Obra. Si valiera la comparación debería decirse que estamos en la fase de Conversaciones Previas.
Esta Ley tiene dos características fundamentales que la hacen algo diferente, en tramitación, a las demás:
- Que tendrá que salir como Ley Básica del Estado.
- Que es una Ley que emana de aquellas Directrices Europeas.
Tiene que ser Ley Básica del Estado ya que está previsto que sus determinaciones estén por encima de la Legislación de las Comunidades Autónomas. Cada Autonomía dispone de su propio Estatuto y su propia Ley de Colegios Profesionales entre otras leyes, así que deberá ser tramitada y promulgada como Ley Básica del Estado para poder estar por encima de las legislaciones de las CCAA.
Al ser una Ley que emana de las Directrices Europeas está obligada a alguna tramitación específica. Me parece que, en ese caso, es forzosa la consulta al Consejo de Estado cuestión, por cierto, muy interesante.
Estábamos en que empezaba su tramitación como PROYECTO DE LEY que no es otra que la exigencia de tramitación parlamentaria en el Congreso, primero, nuevas consultas a los Organismos e Instituciones afectados, alegaciones, etc…, texto refundido para trasladarlo al Senado, Senado y vuelta al Congreso para su Aprobación Definitiva.
Es decir, UN RECORRIDO BASTANTE LARGO Y COMPLEJO. Lo digo por lo que escucho y leo a algunos compañeros que parecen pensar que la ley de marras nos cae mañana mismo y como se lee en ese papel. Y esto tiene que ver con las consideraciones que sobre el miedo colectivo os trasmití el otro día.
Eso sí. Daría lo mismo si el plazo fuera corto o largo y la complejidad poca o mucha, si después de este fragor inicial volvemos a nuestro comportamiento de siempre. Mi experiencia es que, mayoritariamente, estas guerras las ganan los pertinaces, los que se trabajan el asunto con ganas, coraje e inteligencia, los que se entrometen por todos los resquicios, todos los días, los que trabajan en equipo,…
Como Arquitecto colegiado yo soy parte del COAVN, y yo soy parte del CSCAE, así que a trabajar que hay bastante tajo.
Además de las cosas que nadie comprendéis, y que yo tampoco, no estoy seguro de varias cosas que se van dando por ciertas. Por ejemplo: Hay una cosa que me hace pensar que se llama Ministerios de Tutela y que no son más que los Ministerios de referencia para cada profesión: los abogados el suyo, los médicos el suyo. El Ministerio de Fomento es el ministerio de tutela de arquitectos e ingenieros. La posición del Subdirector de Arquitectura es clara pero…¿Cuál es exactamente la del Ministerio?
Tampoco estoy seguro, y en principio estoy en desacuerdo, con que esto lo ha montado un lobby de ingenieros, por la razón de que las grandes ingenierías ya tienen un departamento de arquitectura que les soluciona el problema.
Lo que si estoy seguro y satisfecho es de ser arquitecto.
Os seguiré informando de mis progresos.
Todo el que pueda aportar alguna información veraz y contrastada, y quiera hacerlo, puede dirigirse a bsA en abierto o en cerrado si así lo considera.
Manuel Sagastume
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Manuel Sagastume. Arquitecto con una larga, ancha y prestigiosa carrera profesional. Ex-decano del COAVN y ex miembro del CSCAE. Desde esta tribuna escribirá sus crónicas desde la libertad y la independencia.