Autor | Germán Cintas Araújo.
Para salir del hoyo en el que nos encontramos hay que revisar aquel sketch de la Bola de Cristal y no olvidar su moraleja . Es importante estimular en este momento la cooperación entre arquitectos para generar sinergias y de esta manera compartir gastos y riesgos. El futuro de los que ya estamos en el ajo y con pocos recursos va por ahí o por la reconversión hacia otros espacios del mercado laboral. Y si el proyecto pasa por el pasillo internacional mejor ni hablamos.
Algunas de esas ventajas:
- Reparto de gastos ante la limitación de recursos.
- Compartir riesgos.
- Reducción de tiempos.
- Compartir redes. Cualquier trabajo que realicemos conlleva un sistema de actividades aparejadas a interacciones con otras empresas. Al incorporar un nuevo compañero en nuestro sistema, nos hacemos partícipes mutuos de aquellas redes en las que estamos inmersos.
- Aparición de nuevas oportunidades. Las redes en las que nos movemos con soltura son aquellas donde la confianza es mutua, y eso es lo que nos permite seguir avistando oportunidades. Al duplicar nuestras redes la posibilidad de encontrar nuevos yacimientos de trabajo crece exponencialmente.
- Posicionamiento local e internacional. La suma de esfuerzo entre empresas bajo una comunicación adecuada consigue reforzar poderosamente la imagen de marca.
- Aprendizaje (bench marking). Mediante la colaboración tomaremos conciencia de las mejores prácticas de nuestra empresa y de las mejoras posibles por comparación.
- Incremento de la solvencia técnica. Como resultado de la anterior, nuestro nuevo volumen y la agregación deconocimientos.
- Mejoras competitivas. Resultado de la suma de todas las anteriores, nuestra competitividad aumenta.
- Genera economía de escala. Posibilidad de incrementar la producción de servicios disminuyendo los costes.
- Mayor poder de negociación.
- Subvenciones para las PYMES.
Por supuesto que el grado en que disfrutaremos de estos beneficios dependerá del acuerdo de colaboración que fijemos. Lo que no debemos perder de vista es que a nivel global la realidad es que todos los negocios se basan en principios de confianza, cuánto menos entre colegas de profesión. Es el momento de abandonar el aislamiento y aunar esfuerzos por bienes comunes mayores a los que obtendríamos de forma independiente.