autor | José Javier Quintana
El día 16 de septiembre tve emitió el programa “Esto es la Leche” de comando actualidad. Suele interesarme este programa por su cercanía a la realidad, cuestión que procuro cuidar para no despistarme.
En el programa definen el sector de la Leche en España y mientras lo estaba viendo no podía evitar los paralelismos con el sector de la Arquitectura en España.
Decían así. “Nos preguntamos por qué un mismo litro de leche puede variar su precio hasta un 150 por ciento, dependiendo de las marcas. Además hacemos un recorrido desde el productor hasta el supermercado, nos acercamos a las reivindicaciones del sector lechero gallego y mostramos todos los tipos de leche que hay: de cabra, de oveja, leches vegetales, etc”
Os dejo el video del programa, si tenéis un rato merece la pena verlo.
Veamos el por qué de las cosas.
Leche de vaca: Poder de negociación del lado del comprador.
Productores: Muchos, pequeños, mal organizados, sin capacidad de gestión empresarial, solo la gestión operativa de la explotación. Reinvindican un precio mínimo impuesto por ley (os suena?)
Compradores. Pocos, grandes, con capacidad de gestión empresarial. Marcas blancas que obligan al productor a que parte de su leche se venda a menor precio.
Producto: Es casi una commodity. Hay poca diferencia entre una leche y otra para el gran público. Se consume preferentemente con otros productos que enmascaran su sabor. Producto perecedero, producción continua (la vaca da leche todos los días). No hay estocaje.
En la leche puede haber otros usos, por ejemplo fabricar queso, mantequilla, nata, yogures, helados, etc. productos que ofrecen un mayor margen porque para empezar incrementan su plazo de caducidad y si tienen diferenciación entre si. Esto mejora la rentabilidad de las explotaciones más avispadas.
La leche de vaca causa ciertos problemas en el ser humano. Aparecen las leches vegetales sin lactosa, de soja, avena, almendras, etc. Este tipo de leche no tiene el problema de producción diaria de la vaca y se vende a un precio superior ya que no son de consumo del gran público y si de nichos, como las personas que tienen problemas con la leche de vaca o los vegetarianos.
Podríamos seguir con el análisis pero creo que ya hay datos de sobra para hacer un paralelismo con el sector de la arquitectura.
Somos muchos, organizaciones pequeñas, poco diferenciados, sin capacidad de negociar con nuestros clientes, y nuestra demanda no percibe que aportemos un gran valor. No estamos bien organizados y nuestros representantes están centrados en su propia organización.
Menudo panorama, no se quien está mejor, si nosotros o los de la leche. Es más diría que lo nuestro es la RELECHE.
Eso si, algunos saben que tienen que hacer otras cosas e innovan y además saben dirigirse a nichos de mercado y resuelven sus necesidades específicas.
Ellos son la RELECHE de Almendra.
4 comentarios
Me temo que la posible clientela sigue percibiendo la leche cómo algo (casi) imprescindible en la alimentación, en general. Mientras que la mayoría de nosotros no hemos conseguido pasar de “un mal necesario e impuesto” .
Así que aún nos queda una larga travesía…
Gracias!
Eso si que es cierto Judith, una parte de la oferta nos sigue viendo como algo obligatorio. Me gustaría saber el %.
Pero bueno, ¿Para que vamos a hacer una encuesta entre nuestros clientes? (ironía)
igual no nos gustaría el resultado
Igual no nos importa lo que piensan
¿Como se puede comparar una mercancía (commodity) con un servicio??
Apreciado José Miguel,
Una commodity en la más amplia acepción del término es algo indiferenciado. El dinero, el petróleo, son ejemplos que suelen ponerse. Te da lo mismo el euro que te presta un banco que otro, es el mismo euro, cuestión distinta son las condiciones de devolución, comisiones y demás cuestiones que tiene que ver con el servicio bancario.
Bien, siempre pongo como contrarios a la commodity con la diferenciación, son términos opuestos. Gran parte de los servicios de arquitectura, son vistos como algo indiferenciado (que da igual que lo haga un arquitecto que otro) por nuestros clientes (que son los únicos que tienen la opinión que vale).
Tú y yo sabemos que no es así, pero pongamos el ejemplo de una ITE, el cliente piensa que es una commodity (es un producto indiferenciado) donde el servicio importa menos que el precio.
A eso me refiero.
Espero haberme podido explicar con eficacia.
Si piensas que estoy equivocado estaré encantado de seguir debatiendo sobre la cuestión