Autor | José Javier Quintana
El modelo de arquitecto regulado del siglo XX tenía una deriva profesional prácticamente única. Se estudiaba arquitectura para ejercer la profesión dentro de las atribuciones. Por muchas razones que hemos expuesto sobradamente, esto está cambiando, tiene que cambiar mucho más, y lo más importante, la profesión tiene la obligatoria necesidad de comprender que el arquitecto es mucho más que el profesional capaz de hacer arquitectura. Dicho esto, hoy vamos a abordar un concepto que expuse en público en 2010 en mi conferencia en el COAVN: las derivas profesionales de la profesión de arquitecto.
Modelo de las derivas profesionales.
El Modelo de las derivas profesionales se complementa con el mapa 3+3 de posicionamiento expuesto en el Libro [Rethinking Architecture].
Breve explicación del modelo.
La primera división que realizamos es entre escuela y profesión. Una vez que ya somos profesionales tenemos la posibilidad de trabajar en (1) el sector de servicios profesionales de arquitectura -como propietarios, proveedores de todo tipo de servicios o trabajadores- o (2) en otros lugares del sector de la construcción del cuál, no lo olvidemos, somos el titulado superior. No deja de ser triste que en las empresas promotoras y constructoras sean abogados, ingenieros y aparejadores los profesionales mayoritarios en los cuadros medios y en la alta dirección. Ya que que también hay arquitectos no son una cantidad relevante.
No sólo podemos trabajar en nuestro sector sino que podemos hacerlo en otros sectores en empresas del sector privado, bien sea como trabajadores, como empresarios o como directivos, o en empresas del sector público, como funcionarios o como directivos.
Fuera de los sectores, si nos fijamos en otras disciplinas encontramos una posibilidad nueva -nuevos mercados para arquitectos-, mediante mecanismos tales como la hibridación o la mezcla.
De la observación de esta representación más o menos fidedigna de la realidad obtenemos las siguientes CINCO conclusiones.
UNO_Cualquier arquitecto debe tener la misma importancia.
No hay arquitectos de primera, de segunda o de tercera regional. Una cuestión es el posicionamiento profesional y otra muy distinta la calificación de los profesionales. Cualquier arquitecto es igual de digno siempre que haga su trabajo con honradez y profesionalidad.
DOS_Hay vida más allá de los márgenes de la LOE
El arquitecto ya ha rebasado, y debe rebasar más, los límites de su sector protegido -al menos hasta ahora- para adentrarse en otros. Es un profesional con unas capacidades interesantes -hablo a nivel de lo que busca un responsable de recursos humanos- y sólo un problema: la empanada mental que le generaron en la ETSA. ¡ No se acaba el mundo por no ser Le Corbusier !
TRES_Los arquitectos podemos trabajar en otras empresas.
Otras profesiones ya han pasado por este proceso, fundamentalmente los abogados, quienes debido a la gran cantidad de licenciados han tenido que tomar diversas opciones además del ejercicio del derecho propiamente dicho. Las empresas para nutrirse de directivos han optando por licenciados en empresariales, económicas, abogados y otras profesiones relacionadas, pero cada vez más también con ingenieros que han optado por integrase en la clase directiva. Los arquitectos podemos y debemos trabajar en las empresas como otros profesionales, principalmente porque poseemos una cualidad distintiva y escasa: la visión holística con capacidad de integrar múltiples realidades diferentes, cualidad enormemente interesante para el perfil que buscan las empresas en la actualidad
CUATRO_Los arquitectos podemos ser emprendedores.
Y si hablamos de emprender, cada vez más los arquitectos jóvenes se están decantando por modelos basados en la generación de valor en abstracto, búsqueda de océanos azules, y muchos de ellos ya no se sienten identificados con el modelo de arquitecto de la L.O.E, actualmente un océano rojo, muy rojo, como pocos. Por qué es necesario que los arquitectos emprendan
CINCO_Nuestras instituciones deben representar a todas las derivas profesionales.
No puede ser que las organizaciones profesionales de arquitectos -actualmente los colegios- sigan organizados para una parte determinada de los arquitectos. Nuestros actuales colegios deben abrirse a esas otras realidades del arquitecto, integrarlas, protegerlas y fomentarlas. Es un problema de generar las suficientes líneas diferenciadas o grupos de interés.
Termino con una expresión que creo resume el tenor de lo contado. Agradeceré todo tipo de aportaciones o mejoras sobre el modelo. Gracias.